La cultura náhuatl posee infinidad de nombres; algunos de los que más se usan hoy son: Teótsin (literalmente: Tú-Camino): el que va delante, nos guía, nos acompaña. También se le nombra Tlayecána con el mismo sentido. Tioyolcuali (Divino-Corazón-Bueno): el que perdona, bendice, escucha y se compadece. Ehécatáta (Padre del viento): misterioso, sublime, bondadoso, poderoso y grande. Chicóme Zochitáta (Padre-Flor-Siete): está presente en el trabajo, en la siembra del maíz. Totlayecanátzin (Nuestro-Digno-Guía): nos orienta para que salgamos adelante. Totecótzin: nuestro Señor, nuestro Dueño. Totemaquixticátzin: nuestro Digno Rescatador. Totátzin: nuestro digno Padre, nuestro Padrecito